Para matar a mucha gente sirvió la guerra y unos se apañaron y otros se arruinaron, para algunos sí que les vino bien, a los cuatro sinvergüenzas como siempre pasa y a la gente honrada siempre perjudicada

María Seseña

Curso 1ºC de Bachillerato en 2016-2017

IES Manuel de Falla, Coslada (Madrid)

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Mi abuela materna se llama Concepción, nació en La Puebla de Montalbán (Toledo)

Empecé a preguntarle a mi abuela sobre cómo había vivido ella la guerra, así que nos comenzó a contar a mi hermana y a mí lo que ella vivió.

Mis padres trabajaban en casa, mi padre fue a la guerra, era guitarrista de un teniente coronel y mi madre mientras tanto cuidaba de nosotros –así comenzaba mi abuela cuando empezamos a preguntarle sobre la guerra– Nosotros vivíamos en la Puebla de Montalbán.

Una vez un tío mío se cayó de un caballo estando en la mili, era hermano de mi padre y murió. Una anécdota que tengo es cuando entraban las fuerzas en Albarreal, estaba yo con mi tía e íbamos a la casa de una vecina y me tiraron por lo alto de la pared –contaba mi abuela.

Claro que le conocí –respondía mi abuela riéndose cuando le preguntamos sobre Franco- Yo le quería mucho a Franco y cuando venía decíamos “Franco, Franco, Franco”

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