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Cuando nuestras tropas estaban llegando a Berlín, me enviaron al escuadrón de francotiradores

«Los oí acercarse, estaban disparando a mi padre. Un soldado de las SS abrió un poco la paja y me vio durante unos segundos, como si pensase en matarme o no. Pero cerró la paja y dijo algo en alemán.»

Denis Minko

Curso 3ºA de la ESO en 2015-2016

IES Manuel de Falla, Coslada (Madrid)


Denis entrevista a su bisabuela Marina Staroshchak Tsap, nacida en la URSS en 1919, residía en Polonia cuando la ocupación Nazi.

Ficha de Marina Staroshchak Tsap (Mi bisabuela)

  • Nació en Varsovia en 1921 debido a que sus padres tuvieron que emigrar en la primera guerra mundial a Polonia.
  • Sus padres tenían un pequeño negocio en Polonia. Antes, en la URRS, se dedicaban a la industria textil en una fábrica de seda.
  • Sus padres estuvieron siempre en contra de comunismo y sus ideas. Por la represión que vivía la gente en aquella época escaparon como refugiados políticos a Polonia.
  • Durante la segunda guerra mundial Marina tenía 19 años
  • Vivió la segunda guerra mundial y la guerra fría que afectó a la mayoría de habitantes de los países de Centroeuropa.
  • Recuerda el horror de ver a los soldados de las SS nazis matando en la calle a los judíos.
  • Durante la mayor parte de su vida vivió en Ternopil, una ciudad del oeste de Ucrania.

Recuerdos del tiempo de la guerra y posguerra
Cuando los soldados alemanes comenzaron a entrar en Polonia sentí un terrible miedo ya que hace relativamente poco habíamos sufrido una guerra. Yo vivía a las afueras de Varsovia en un pequeño pueblo ya inexistente.
Un viernes mi padre bajó corriendo las escaleras gritando como un poseso que los alemanes estaban acercándose al pueblo, yo vivía sola con mi padre pues mi madre falleció al darme a luz. Mi padre decidió que nos escondiésemos yo en un cúmulo de paja y él en otro. Oí a lo lejos disparos y asomé los ojos: estaban disparando a la paja; en ese momento me puse muy nerviosa. Los oí acercarse, estaban disparando a mi padre. Un soldado de las SS abrió un poco la paja y me vio durante unos segundos, como si pensase en matarme o no. Pero cerró la paja y dijo algo en alemán, los soldados se fueron y yo salí corriendo al bosque en dirección al hospital donde Natasha, una amiga mía, me acogió y las dos decidimos escapar a la Unión Soviética.
De joven me dedicaba al biatlón, incluso gané la copa nacional.
Cuando llegamos a Ucrania los soldados nos dejaron pasar sin mayores problemas, las dos sabíamos ruso. Días después me dieron alojamiento y comida, pero tenía que hacer algo más y decidí alistarme al ejército soviético como francotiradora. Al terminar el entrenamiento me enviaron de guardia en el Kremlin. Más tarde, cuando nuestras tropas estaban llegando a Berlín, me enviaron al escuadrón de francotiradores. Cuando estábamos llegando, uno de los escuadrones de carros pesados fue atacado y no podían moverse, había un anti tanque nazi; solicitaron nuestra ayuda y nos desplazamos hasta un edificio a 200 metros de los enemigos; allí disparé a mi primera baja; lo pasé fatal, tuve pesadillas, pero lo hice por mi patria.
Al final de la guerra tuve 15 bajas confirmadas y mención honorífica por dar apoyo a los demás escuadrones. En el Kremlin pude ver al mismísimo Stalin que me saludó y me colgó la medalla.
Durante la guerra nos dieron un montón de conservas pero estaban asquerosas y lo que hacíamos fue coger la comida a los nazis y comérnosla después.
Después me destinaron a la fábrica de rifles Kalashnikov donde mi encargado era el inventor Mikhail Kalashnikov. Nunca pensé que estas armas se harían tan famosas. Sabes, Denis, en ocasiones tenía miedo, mucho miedo, pero lo que de verdad sentía era la necesidad de servir a mi país y proteger a mi patria.

Durante la Segunda Guerra Mundial, las mujeres soviéticas tuvieron un rol titánico en todos los ámbitos; en la producción, en las fábricas y el campo, es la economía de guerra; en la retaguardia: enfermería, transporte, abastecimiento, comunicaciones, así como muchas otras tareas civiles. Cerca de 800.000 participaron en el frente como combatientes. Fue el único país en llamar a las mujeres para participar en primera línea de combate. Hubo destacadas mujeres soldado, francotiradoras, aviadoras, tanquistas, artilleras o partisanas.
La francotiradora Roza Shánina junto con una ayudante

¿Qué queda después?
Cuando la guerra terminó las cosas fueron mucho mejores. Yo viajaba a Alemania cada seis meses por trabajo y cuando tuve a mi hija me mudé a Vladivostok, una ciudad al sureste de Rusia.
La paz entre naciones ha mejorado consideradamente; por desgracia siempre van a haber guerras, pero también esperanza.
La educación depende de los padres y conforme a los valores que le das a tus hijos así es como serán en el futuro.
Denis, todos vosotros sois el futuro, yo ya soy muy vieja, pero vosotros, los jóvenes, sois los que vais a cambiar el mundo para mejor y para que no ocurran más desgracias así.

Fuente recomendada:
Las mujeres soviéticas que lucharon en la gran guerra patria

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